Según revisamos en la introducción de éste tema, el término Calidad se instala en las agendas de las políticas educativas de todos los países en la década de 1990, a partir de la Declaración Mundial sobre Educación para Todos: La Satisfacción de las Necesidades Básicas de Aprendizaje, celebrada en Jomtien, Tailandia, misma que ha sido revisada y enriquecida en el año 2011. En realidad, el término calidad es amplio, complejo, polisémico y subjetivo, de manera general, se asocia y se asume con las propiedades o conjunto de propiedades y condiciones, inherentes a algo, que permiten juzgar su valor. Lo anterior hace de dicho concepto, algo díficil de definir.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (de ahora en adelante, OCDE) define el término como un atributo o esencia definidora, un grado de excelencia o valor relativo, lo asocia con lo bueno o excelente, con un rasgo o juicio no cuantificado.
Efectivamente, se puede considerar que la calidad es un término que trae consigo los estándares "definidores" que debe cumplir "algo" y cuya presencia, ausencia o maneras de funcionar, permitirían emitir un juicio de valor sobre ese algo.
Cuando la calidad se refiere a la educación, los estándares definidores están centrados en aquellos elementos que permiten alcanzar o dar sentido a las razones que justifican la existencia de los sistemas educativos, éstas son que los estudiantes aprendan significativamente lo que el programa estipula deben aprender, y que de ello se derive la formación de ciudadanos cultos y responsables, y en el caso de la educación superior, la formación de profesionales, tecnólogos y científicos, con las competencias que les permitan el desarrollo de una mejor calidad de vida para sí mismos y para sus respectivas regiones.
Los sistemas educativos son insuficientes para la formación de ciudadanos con estas características. Esta situación alerta sobre la necesidad de centrar la atención en la calidad educativa, lo cual ha dado lugar, en el ámbito internacional, a un creciente interés por definir y consensuar su significado, establecer procedimientos para su evaluación y garantizar la mejora continua de ésta. Centrémonos en la definición del concepto Calidad Educativa.