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El Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 19 de mayo de 1992. Como su nombre lo indica, este acuerdo es únicamente para la educación básica, que incluye preescolar, primaria y secundaria, y se formuló debido a los grandes retos que la educación enfrentaba (enfrenta y enfrentará) en ese momento, como lo son la cobertura educativa, la calidad de la educación, el acceso a la educación y la deserción escolar, entre otros.

Este acuerdo se realiza en base a dos factores: el federalismo educativo, que intenta articular el esfuerzo y la responsabilidad educativa de cada entidad federativa, de cada municipio y el Gobierno federal. Y la participación social que, por otro lado, circunscribe a todos los protagonistas que se incluyen en el quehacer educativo (padres de familia, alumnos, exalumnos, directores, magisterio, etc.) en la institución los Consejos Escolares de Participación Social, donde se hacen partícipes de las decisiones de la escuela.

Bajo estas dos premisas, se reformulan los contenidos y materiales educativos a fin de cumplir con los nuevos objetivos que estipula el acuerdo, así como para cumplir también con los nuevos retos de enseñanza-aprendizaje que exige la sociedad para el proceso educativo de los educandos en México, basándose especialmente en el fortalecimiento de la lectura, la escritura, las matemáticas y ciencias.

Finalmente, se reformula la función magisterial y se fortalece la capacitación docente, el sistema de sueldos y salarios, la carrera magisterial y el aprecio social al maestro.