El docente en la educación superior debe contar con los siguientes elementos:

Durante la primera mitad del siglo pasado, las universidades e instituciones de educación superior pareciera que se atuvieron a la conseja que desde Europa se difundió, es decir, que para ejercer la docencia a nivel superior bastaba con tener los conocimientos de un profesional de cualquier disciplina, o el prestigio que el ejercicio de su profesión le conquistaba dentro de su comunidad o el apoyo que derivaba de sus relaciones en el medio educativo o político o en ambos. Esta suma de condiciones, con las que después de ejercer esa función, lo pondrían ante la posibilidad de desarrollar las habilidades mínimas indispensables para continuar cumpliendo eficientemente esa actividad, o de lo contrario apartarlo de ella, quedando finalmente quienes se acabarían de formar mediante su experiencia cotidiana frente a los grupos de alumnos, y de la que derivaba su sistema personal de ejercer la docencia.

A partir de la propuesta de varios autores que se han ocupado del tema, se exploran elementos que se identifican en la docencia a nivel superior como son:

• Conocimiento o saber acumulado, bagaje mínimo de que dispone el profesor, el cual es susceptible de transmitir y comunicar en un proceso de enseñanza aprendizaje.
• Pedagogía por tener, como predisposición o como vocación para enseñar.
• Comunicación, elemento fundamental por la capacidad que el docente o aspirante a serlo tiene o desarrolla para establecer vínculos o relaciones con sus alumnos, sean grupales o individuales.
• Valores, por la conciencia que asume de ser formador de jóvenes, en un contexto institucional en el que como eje debe operar la aplicación de las normas.
• Capacidad de investigación, como vocación o ejercicio permanente del docente.