Métodos y técnicas de investigación cualitativa en educación
Elaboración del informe final

La elaboración del informe final, la descripción, la corrección lógica, las aplicaciones y la confidencialidad, son el instrumento útil para la investigación cualitativa, y es el investigador quien debe determinar en cada caso el punto "X" de la situación investigada.

Características del informe

Todo el trabajo realizado en las etapas precedentes tiene como fin elaborar un buen informe. La meta básica de toda etnografía es crear una vívida reconstrucción del fenómeno estudiado. En última instancia, el informe final es lo que va a quedar como fruto de toda la investigación. De este modo, se podría decir que el trabajo de campo y de todas las demás tareas investigativas valen tanto como el informe que permitan elaborar.

La redacción del informe final tiene que reunir un conjunto de características tales, que los destinatarios del mismo, ya sea la institución que patrocina, los miembros de un jurado, los propios colegas o la comunidad científica en el área, puedan seguir, paso a paso, las etapas cubiertas por el investigador y llegar a sus mismas conclusiones; es decir, que la investigación demuestre y convenza al lector de que el paso de los datos a la teoría o estructura teórica es lógico y coherente, que las cosas son como se exponen, que la estructuración teórica o grupo de conclusiones son firmes y sólidos.

Igualmente, es importante prevenir las posibles objeciones del lector y responder a ellas. Esto se hace, por lo general, en la parte central del informe, se presentan los puntos de vista alternos y se demuestra que el escogido es el más consistente con los datos. Aun los puntos de vista sostenidos por una minoría, si no se discuten y refutan, deberán, por lo menos, mencionarse. Lo mejor es que uno mismo sea su propio crítico, que plantee todas las objeciones más fuertes y que las trate y resuelva una por una. Y, en cualquier caso, estar siempre abierto para aceptar una explicación alterna y plausible para los mismos datos.

Como ya señalamos, en el enfoque etnográfico el investigador se constituye en su propio instrumento de medida y evaluación; por consiguiente, debe establecer muy claramente en el informe cuáles son sus propios valores. En general, el hombre inteligente no suele fallar en su lógica o argumentación; pero acepta con facilidad -en forma tácita, no explícita- ciertos presupuestos que determinan el curso de su razonamiento o investigación.

Entre los presupuestos relacionados con el tema que se desea estudiar, habrá ciertos valores, actitudes, creencias, presentimientos, intereses, conjeturas e hipótesis. Es necesario hacer patentes estos puntos de partida y precisar su posible influencia en la investigación. Es evidente que si el investigador se identifica con unos valores o una ideología, sus conclusiones serán inaceptables para los grupos con ideas opuestas.

Esta clarificación del punto de vista o ubicación personal del investigador ayudará al lector del informe a adoptar esa misma óptica o ese enfoque, a comprender mejor toda la descripción y, como consecuencia, producirá mayor consenso o mayor nivel de validez intersubjetiva.

En síntesis, el investigador precisará los pasos o etapas fundamentales de su trabajo, a saber: su interés en el tema estudiado, marco epistemológico y teórico, diseño de la investigación, planificación y elección de la muestra, recolección de los datos, categorización, análisis, estructuración teórica y posibles aplicaciones. Puede guiarse, en este punto, por el esquema de nueve áreas que se presentan.


Revisa el documento que se muestra, y al finalizar la consulta realiza el Ejercicio 9.