Profesionalización docente
Unidad 5. Desafíos de la docencia en el siglo XXI
Tema 4. Tutor
Tutoría es, según Arnaiz e Isus (1995), en su libro La tutoría, organización y tareas: "La capacidad que tiene todo docente de ponerse al lado del alumno, de sufrir con él los procesos de alumbramiento conceptual, de ayudarle a resolver sus problemas personales, de aprendizaje, de autonomía-dependencia, de relación [...]. Y en esta tarea nadie puede quedar excluido. [...] Todos estamos invitados a mantener el diálogo como la fórmula más eficaz de la relación de ayuda. La tutorización, es pues, un proceso de acompañamiento en el aprendizaje vital".

El propósito del rol del docente como tutor es optimizar el proceso de enseñanza aprendizaje, teniendo en cuenta la capacidad y potencialidad de cada alumno, al mismo tiempo que se busca su mayor desarrollo. Por lo que, resulta importante que posea un amplio conocimiento de las disciplinas requeridas con la finalidad de que pueda llevar acabo su función de una manera eficiente.

El docente como tutor tiene la función de ayudar a la decisión del grupo y de cada alumno para que se realicen como personas, en ayudar al desarrollo del grupo y de cada alumno individual y socialmente, en apoyar al conocimiento, adaptación y dirección de sí mismo para lograr el desarrollo equilibrado de sus personalidades y para que lleguen a participar con sus características particulares de una manera eficaz en la vida cotidiana.

El docente en su rol como tutor debería, según Marina Müller en su libro Docente tutores, orientación educativa y tutoría, de:

  • Interesarse por los seres humanos y por atender sus problemáticas.
  • Reconocer y respetar a cada ser humano como único y distinto.
  • Recibir y contener empáticamente las problemáticas individuales, grupales e institucionales.
  • Mantener una distancia óptima respecto a las problemáticas atendidas, sin involucrarse personalmente en las mismas y sin escudarse en una lejanía defensiva.
  • Aceptar el conflicto individual, grupal e institucional como aspectos integrantes del aprendizaje.
  • Conocer los propios límites y solicitar ayuda para afrontar situaciones difíciles, tanto en lo personal como en lo estrictamente profesional.
  • Proseguir en forma continua la propia formación profesional.

Docente en su rol como tutor

Debe ser una persona:

Aceptada

Se trata de un miembro en un grupo que en determinado momento puede volverse imprescindible.

Autorreflexivo

Debe reflexionar sobre su propia práctica tutorial y aceptar las críticas, ya sean del equipo docente, del alumnado o de las familias.

Consciente

Su forma de actuar es ofrecida como modelo para los miembros del grupo.

Creativo

Le permitirá desplegar diferentes técnicas, actitudes y actividades cuando se relacione, pregunte, maneje y entreviste al grupo.

Facilitador

Es importante que facilite la participación de todos los integrantes del grupo, evitando tanto las intervenciones exclusivas de algunos, como los silencios exclusivos de otros.

Interesado por los fenómenos grupales

De este modo será más empático con las situaciones personales de cada uno y de las del grupo, para un mejor funcionamiento de la dinámica grupal.

Manejo de la ansiedad

Esto implica ser tolerante, lo cual es básico, ya que implica por un lado una escucha atenta, y por otro aceptar que el aprendizaje está centrado en el estudiante, y que son ellos los principalmente responsables de su propio aprendizaje, y les da a éstos un rol protagónico y no a él como tutor.

Observador participante

Le permite ser un observador de la dinámica grupal y participar en los momentos en que ésta obstaculiza los objetivos de aprendizaje del grupo.

Debe buscar en el alumno que:

Aprenda a conocerse a sí mismo

Es necesario que el alumno se detenga, piense y reflexione acerca de cómo actúa, siente y reacciona al relacionarse con los demás y el mundo, explicar por qué esto es así, y tratar de aceptarse a sí mismo. Sólo el reconocimiento y aceptación de lo que él es, le permitirá implementar los cambios necesarios en su vida personal, familiar, escolar y social y continuar así la construcción positiva de su persona.

Valore sus cualidades

El alumno logre valorar juntamente con sus cualidades sus esfuerzos que realiza por cambiar o modificar aquello que no le satisface. Para ello, el alumno debe tener un sentimiento de adaptación y de bienestar basado en la confianza y la seguridad en sí mismo a partir de la cual construya y su identidad y autonomía.

Adquiera una visión global y de su entorno

Esto le permite asumir su realidad y actúa en función a ella. Por lo tanto, tiene que tomar consciencia que le corresponde asumir un rol activo en la conducción de su vida, es decir, ser consciente de la necesidad de establecer metas personales para la construcción de su proyecto de vida.

Aprenda a vivir en sociedad

El alumno debe adecuarse y adaptarse a las normas y reglas de convivencia, es decir, debe respetar las normas de convivencia democrática.

Logre un adecuado manejo de sus emociones y reacciones

Logre aceptar y respetar a las personas en sus diferencias e individualidades.

Desarrolle la capacidad de diálogo

Expresar lo que piensa y siente, y escuchar también lo que piensa y siente el otro, desarrollando así su capacidad empática.

Aprenda a tolerar la frustración

Logre enfrentar las dificultades. Aprenda a encontrar las alternativas de solución a sus problemas. Logre enfrentar situaciones de riesgos y presión.

La relación entre el docente como tutor y el alumno, se debe desarrollar de tal forma que la actitud del primero, dada su preparación, experiencia y madurez, facilite al segundo la confianza para comunicar su intimidad, generándole una predisposición reflexiva ante las sugerencias y consejos que se le ofrezcan. Todo docente debe ser tutor, pero primeramente debe prepararse para ello, formándose con las habilidades antes mencionadas. Asimismo, debe tener en cuenta que lo principal es externar su lado humano, el cual va a denotar el interés, respeto y responsabilidad del docente-tutor hacia sus tutorados, que por consiguiente logrará que el alumno interactúe y poco a poco contribuya a la calidad educativa.