Filosofía y sociología de la educación
Unidad 6
Teóricos contemporáneos en la sociología de la educación
Tema 3. Theodor W. Adorno

Biografía

Filósofo y sociólogo alemán, nació el Frankfurt el 11 de septiembre de 1903. Reconocido como uno de los principales miembros de la llamada Escuela de Frankfurt y artífice de la Teoría Crítica de influencia marxista.

En 1933, Adorno, de fuertes convicciones marxistas, abandona Alemania debido a las presiones y el auge del nazismo para residir primero en Oxford y luego en Estados Unidos. En 1949 volvió a Frankfurt, donde retomó su tarea como profesor en la universidad y a sus obras más conocidas, como la estructura de la Dialéctica negativa o la Dialéctica de la ilustración. Y su teoría de la estética, la cual quedó inacabada. Él murió en Viége el 6 de agosto de 1969.

Adorno, argumentaba que el capitalismo "nutría" a las personas con productos de una "cultura industrial", para mantenerlas pasivamente satisfechas y políticamente apáticas. Puso énfasis en el rol de la cultura y el aseguramiento del placer status quo. Identificó a la cultura popular como la razón de la pasividad y la falta de interés para derrocar el sistema capitalista. Escribió que la devoción de la comodidad (promovida por la mercadotecnia, la publicidad y los medios de comunicación masiva) significaba que las relaciones sociales y las experiencias culturales son sólo objetos en términos de dinero.

Aportaciones teóricas en educación

Ya en su momento, Gadamer hablaba de cultura como civilización o mejora del hombre en virtud de su formación, es decir, el término formación entendido al nivel de civilidad es el que nos da cuenta del avance en la mejora del hombre. No obstante, las preguntas son:

¿En manos de quién queda la idea de conservar y preservar la civilitud?

¿Es la cultura un grado o nivel de civilización?


Quizá para Gadamer no quede la mayor duda de que cultura es sinónimo de civilización e incluso de educación. A partir de estos elementos podemos introducirnos a la crítica que hace Adorno respecto a la cultura, a la sociedad y al hombre.

Analiza lo que nos dice respecto al crítico cultural.

  • El crítico cultural habla como si fuera representante de una intacta naturaleza o de un superior estadio histórico; sin embargo, él mismo participa necesariamente de esa entidad por encima de la cual se imagina erguidamente levantado; la insuficiencia del sujeto —prosigue Adorno— que en su innecesariedad y limitación pretende juzgar el poder del ser resulta insoportable cuando el propio sujeto, hasta en su más íntima estructura, es fruto de la mediación del concepto mismo al que se enfrenta como sujeto independiente y soberano.

  • El crítico cultural da la impresión de que él si posee la cultura que se desprende de la existente. Se da el caso de que el estatus de civilidad queda en manos del crítico de la cultura, entonces el maestro en su momento se convierte también en crítico de la cultura, pues de alguna forma el maestro se asume con la vana postura del gesto acusatorio, incuestionado y dogmático.

  • El crítico cultural convierte en privilegio suyo esa aristocrática distinción de la cultura, pero destruye su legitimación al cooperar con ella en calidad de mercancía y preservación del estatus. Así, el conocimiento serio de las cosas y problemas no fue lo primario, sino a lo sumo, producto secundario del éxito de agente del mercado, y cuanto más carece el crítico de ese conocimiento objetivo, tanto más intensamente lo sustituye con pedantería y conformismo, por lo que los críticos ayudan también a tejer y expandir el velo, quizá no el de la ignorancia, pero sí el de falta de civilidad del hombre y por lo tanto de cultura.

  • Cuando en su mercadillo de la confusión los críticos llegan a no entender una palabra de lo que juzgan y se rebajan gustosamente de nuevo a la categoría de propagandistas o censores, se consuma en ellos la inicial insinceridad de su industria, lo cual nos hace meditar que la cultura como industria también implicaría pensar la escuela como empresa; y ofertamos civilidad a quien quiera adquirirla y la legitimamos con el título nobiliario que le acredite el nivel de cultura. La crítica de la cultura se basa principalmente en el concepto de libertad espiritual en la sociedad burguesa, quedando sobreentendido el concepto de libertad de opinión y expresión, lo cual podemos tratar bajo su propia dialéctica.



Los miembros del seminario de los viernes tienen y están adquiriendo la combinación de acción y reflexión con vistas a resolver los problemas político-culturales reales, finalmente.

¿No es de esto de lo que trata la praxis?


Para profundizar en este tema lee lo siguiente:


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Una vez concluidas las lecturas realiza el Ejercicio 2.

Ahora estudia las teorías de otro importante sociólogo que con sus valiosas aportaciones ha influido en la educación.