“El clima escolar es un concepto importante y muy utilizado en la práctica educativa. A partir de las investigaciones que se han centrado en el clima escolar” (González-Benito, 2018, p. 5).
“En la actualidad, el ámbito de estudio del clima escolar está relacionado con procesos de innovación y de cambio estructural en las escuelas. Se vincula al conjunto de decisiones y actuaciones que hacen que los centros educativos puedan funcionar adecuadamente” (González-Benito, 2018, p. 5).
“Es decir, a la labor de los responsables de las escuelas y de las diferentes administraciones públicas educativas para favorecer las condiciones (organizativas, culturales, de convivencia y de gestión) que posibilitan unas relaciones personales acogedoras donde todo el alumnado puede encontrar su lugar para aprender, así como a la existencia de unas condiciones de trabajo favorables para ello” (González-Benito, 2018, p. 5).
“En este sentido, el clima escolar se convierte en un factor influyente de los comportamientos de los miembros de la comunidad educativa, tanto dentro como fuera de la escuela, emergiendo de las relaciones interpersonales percibidas y experimentadas” (González-Benito, 2018, p. 5).
“Por tanto, se trata del ambiente global de un centro educativo, presente en todos los factores físicos, elementos estructurales, personales, funcionales y culturales de la institución que, integrados interactivamente en un proceso dinámico específico, confieren un estilo propio a la institución, lo que a su vez condiciona distintos productos educativos” (González-Benito, 2018, p. 5).
“El clima escolar es el ambiente de la escuela determinado por las relaciones interpersonales entre los miembros de la comunidad educativa” (González-Benito, 2018, p. 5).