En la construcción de la resiliencia en cada persona se pueden encontrar factores que le ayudan, como los de protección; de manera contraria, se presentan ciertos elementos de riesgo.
Según Henderson (2003), menciona que un modelo de resiliencia se puede caracterizar mediante la posesión de cuatro áreas, que al interactuar entre sí generan conductas o características resilientes. Estas áreas son: