• La felicidad incrementa la recepción e interpretación positiva de los diversos estímulos ambientales, no es fugaz como el placer, sino que permanece durante un mayor periodo de tiempo
• Facilita la empatía, lo que puede favorecer las conductas altruistas y positivas
• Favorece el rendimiento innovador y cognitivo, la solución de problemas, el aprendizaje y la memoria
• Como contraparte, si la alegría no está presente, puede hacerse lenta la ejecución de algún elemento importante para solucionar problemas e intervenir en el pensamiento creativo

Avendaño, A., elaboración propia a partir de Muñoz, M. (2009). Emociones, sentimientos y necesidades: una aproximación humanista. México: Ideazapato-Araucaria.